La minería en Chile constituye una fuente crucial de inversión, empleo y desarrollo. No obstante, detrás de este potencial se encuentra un reto considerable: la obtención de más de 200 permisos por proyecto, gestionados por diversas entidades estatales con criterios propios y plazos que generan incertidumbre. Esta dispersión normativa ha convertido el proceso en un verdadero laberinto, preocupando a empresas, inversionistas y expertos legales.
María José Vidal, Socia-Directora de VA – Vidal Abogados y referente en asesoramiento a la industria minera en Latinoamérica, subraya que la permisología se ha establecido como uno de los cuellos de botella principales para la inversión en el sector. Aunque reconoce avances en materia de transparencia y estándares ambientales, Vidal insiste en la urgente necesidad de alcanzar un equilibrio entre rigurosidad y eficiencia. Para ella, no se trata de reducir los estándares, sino de hacerlos más claros, predecibles y coordinados, de modo que un sistema ágil beneficie tanto a las empresas como al Estado y a las comunidades.
La abogada propone medidas concretas para mejorar este panorama. Entre ellas destaca la digitalización de trámites y la coordinación interinstitucional que permita eliminar redundancias. Además, aboga por establecer plazos máximos para la respuesta de las autoridades, acompañados de mecanismos efectivos de fiscalización. También plantea la importancia de diferenciar los proyectos según su impacto, ya que tratar todos bajo las mismas exigencias resulta ineficiente y contraproducente.
En el ámbito internacional, países como Australia y Canadá han implementado modelos que combinan altos estándares ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) con marcos regulatorios ágiles, lo que refuerza la necesidad de una reforma en Chile. Mientras se avanza hacia cambios estructurales, Vidal resalta que la anticipación es clave para enfrentar el escenario actual. Según ella, incorporar la permisología en la estrategia desde el inicio del proyecto, establecer un relacionamiento temprano con las comunidades y contar con asesoría legal especializada son acciones fundamentales para transformar estos desafíos en oportunidades.
En definitiva, modernizar el sistema de permisos representa una oportunidad para consolidar una minería más ordenada, sustentable y capaz de responder a los retos del siglo XXI, en un contexto global cada vez más competitivo y orientado hacia la transición energética.
Autor: Jorge Rojas
