Banco Central reduce la TPM a 4,75% en un contexto de desafíos globales

La entidad baja la tasa en 25 puntos, acumulando una reducción de 650 puntos base desde julio de 2023, ante una inflación a la baja, un mercado laboral vulnerable y crecientes tensiones internacionales.

El Banco Central de Chile anunció este martes una disminución de 25 puntos base en la Tasa de Política Monetaria (TPM), estableciéndola en 4,75%, lo que representa el nivel más bajo desde enero de 2022 y el primer recorte para el presente año. Esta medida, adoptada de manera unánime por los integrantes del organismo, forma parte de un ciclo que ha visto reducir la tasa desde 11,25% en julio de 2023, acumulando una baja de 650 puntos base.

A pesar de esta trayectoria descendente, las tasas de interés a largo plazo permanecen elevadas debido a la persistente incertidumbre externa. Este escenario afecta el acceso al crédito para sectores empresariales e hipotecarios y genera presión sobre áreas como la construcción. Entre los factores que respaldan la decisión destacan la moderación inflacionaria, si bien la inflación anual superó los 4,9% a inicios de año y se prevé cerrar 2025 en torno al 3,7%, y la expectativa de que se alcance la meta del 3% a mediados de 2026. La autoridad subrayó que la inflación total en junio se ubicó por debajo de lo anticipado, aunque las tensiones por presiones de costo y shocks de oferta aún se hacen notar.

El crecimiento económico también muestra señales de desaceleración. Las proyecciones para 2025 sitúan la expansión entre el 2% y 2,5%, pero se esperan cifras más moderadas para 2026 y 2027, debido a un deterioro del entorno global y a una inversión privada debilitada. La formación bruta de capital fijo, indicador clave de inversión, retrocedió un 1,3% en 2024, con previsiones de leves mejoras para los próximos años, aunque sectores específicos como la construcción continúan enfrentando dificultades, en contraste con áreas como la minería y la energía.

El ámbito laboral también refleja desafíos significativos. La tasa de desocupación ha ido en ascenso, alcanzando el 8,9% en abril, y la generación de empleo se mantiene lenta, mientras que el incremento en los costos laborales sigue ejerciendo presión sobre las empresas. En su comunicado, el Banco Central señaló la preocupación por la lenta creación de puestos y el aumento en la tasa de desempleo, en un contexto donde los salarios han continuado su crecimiento.

Además, la volatilidad internacional influye en esta decisión. La institución reconoce que la incertidumbre en el panorama global se ha intensificado, destacando las políticas comerciales de Estados Unidos, los nuevos aranceles anunciados respecto a Brasil y el cobre, y los conflictos geopolíticos que mantienen en alerta a los mercados internacionales. En este sentido, la entidad recalca la importancia de gestionar adecuadamente las expectativas sobre inflación y crecimiento, evitando reacciones precipitadas en los mercados y preservando la estabilidad del tipo de cambio.

Mirando hacia el futuro, el Banco Central advirtió que sus próximas decisiones dependerán de la evolución de la inflación y de los escenarios internos y externos. Las expectativas del mercado sugieren que la TPM podría detenerse en torno al 4,5% para el cierre de 2025, con la posibilidad de ajustes en 2026 si se consolida la convergencia inflacionaria y mejora el contexto internacional.

Autor: Roberto Sánchez

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